centro de masajes

Todas las personas tenemos necesidad de contacto, de que toquen nuestra piel y nos acaricien para sentirnos amados. En este sentido, no hay nada mejor que un masaje para estimular el cuerpo y sentir los efectos beneficiosos del contacto físico a través de las caricias.

Existen muchas personas que, por diferentes motivos, se encuentran solas y no reciben caricias, abrazos, ni son tocadas por nadie, al menos, no con la frecuencia que necesitan para sentirse bien.

¿Que dicen los estudios?

Algunos estudios confirman la necesidad que tenemos las personas de contacto para sobrevivir. Sin ir más lejos, hace años se llevaron a cabo terribles experimentos con bebés, en orfanatos, donde se comprobó que aquellos que no recibían estimulación corporal por parte de las cuidadoras tenían un índice de mortalidad mayor.

Otros estudios neurocientíficos más recientes sugieren que necesitamos al menos 8 abrazos al día para vivir, pues el contacto ejerce un importante papel regulador en nuestro cerebro y, a su vez, en nuestro equilibrio emocional.

¿Cómo nos pueden ayudar las caricias y el contacto físico?

  1. masajes y cariciasMediante el contacto físico, los receptores de nuestra piel se activan y envían señales al cerebro que nos hacen sentirnos bien. De esta manera, un simple abrazo, regula algunas funciones de nuestro cuerpo como la presión arterial y la frecuencia cardíaca. De la misma forma, la estimulación a través de un masaje activa el nervio vago que juega un papel esencial en el sistema parasimpático y que ejerce a modo de calmante cuando estamos bajo estrés.
  2. Las caricias también producen otros efectos en el cerebro, por ejemplo, se estimula la secreción de dopamina, un neurotransmisor que alivia el estrés y la tensión, y que nos hace sentirnos bien (por eso se conoce como “hormona del placer”). Mediante el masaje se elevan los niveles de endorfinas, la “hormona de la felicidad” que tiene un valor inigualable contra el estrés y el dolor. Por el contrario, las caricias reducen el nivel de cortisol en la sangre, hormona del estrés tan perjudicial para la salud. ¡Y todos estos efectos positivos son inmediatos!
  3. En cuanto a los efectos, más a largo plazo, de caricias y masajes, estos fortalecen nuestro sistema inmune. Incluso pueden mejorar la depresión al equilibrar los neurotransmisores cerebrales gracias a la estimulación de las hormonas del bienestar.
  4. Las caricias, también nos ayudan a desarrollar y mantener una visión adecuada de nuestro cuerpo, algo así como un chute de autoestima, ya que nos hacen sentirnos valorados.
  5. Por otra parte, a través de las sensaciones táctiles, se generan una serie de señales de percepción que nos ayudan a sentir mejor nuestro cuerpo y tener mayor conciencia del este.

En definitiva, todo esto sugiere que podemos sobrevivir sin ser tocados, pero a nivel emocional es como una muerte lenta. En cambio, un simple masaje erótico puede ejercer un efecto poderoso en nuestro cerebro, que nos va a ayudar a obtener relajación y confort.

Con las nuevas tecnologías cada vez se limita más el contacto de nuestras relaciones. Hablamos a diario con personas a través de las redes sociales y el móvil, pero cada vez nos tocamos, abrazamos y acariciamos menos. Por todo ello, experimentar con los masajes eróticos puede ser una estupenda opción para muchas personas.

Nuestra piel tiene millones de receptores, no en vano, el tacto es el primer sentido en desarrollarse y el último en dejar de funcionar, así que deberíamos tocarnos, abrazarnos y acariciarnos más, y también ¿por qué no? ¡Disfrutar más del placer del masaje!

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